La prostatitis es una enfermedad inflamatoria de la próstata que afecta principalmente a hombres mayores. Según las estadísticas, una u otra forma de la enfermedad se diagnostica en casi el 40% de los hombres mayores de 50 años. La prostatitis congestiva es una inflamación no infecciosa de la próstata causada por una violación del trofismo del órgano.
¿Qué es la prostatitis congestiva?
La prostatitis congestiva se desarrolla debido a una alteración de los procesos tróficos en la próstata y los órganos pélvicos. El trofismo se refiere a todos los procesos metabólicos que ocurren en los órganos: circulación sanguínea, movimiento linfático, dinámica de la secreción prostática.
La enfermedad se caracteriza por una serie de síntomas específicos, cuya aparición es causada por la hinchazón del órgano inflamado. Debido al estancamiento de las secreciones en la próstata, sus lóbulos no se vacían por completo, lo que provoca inflamación y agrandamiento del órgano. Como resultado de estos procesos, la próstata ejerce presión sobre la vejiga y la uretra, lo que explica la aparición de los síntomas de la enfermedad.
A diferencia de la forma aguda de inflamación provocada por agentes patógenos, la prostatitis congestiva puede ocurrir durante muchos años sin síntomas pronunciados. Durante este período, se produce una alteración gradual del trofismo de la próstata, el órgano se agota y, con el tiempo, la enfermedad se manifiesta con una exacerbación repentina.
La prostatitis congestiva generalmente se diagnostica accidentalmente, durante un examen de rutina realizado por un urólogo, o en el momento de una exacerbación, cuando un hombre enfrenta síntomas pronunciados.
La enfermedad requiere un tratamiento complejo a largo plazo. El pronóstico de recuperación depende de la detección oportuna de la prostatitis congestiva. En algunos casos, los hombres viven con inflamación crónica durante décadas y se ven obligados a someterse a tratamientos regulares para evitar exacerbaciones de la enfermedad.

La prostatitis congestiva se desarrolla asintomáticamente durante años. Su tratamiento también llevará mucho tiempo.
Razones para el desarrollo
La prostatitis congestiva o prostatitis crónica no infecciosa es consecuencia directa de un estilo de vida poco saludable. Los trastornos metabólicos de la próstata se desarrollan durante un largo período. Las causas de la enfermedad son:
- inactividad física;
- obesidad;
- mala nutrición;
- abstinencia sexual;
- estrés crónico;
- malos hábitos;
- varices;
- estreñimiento crónico.
El principal enemigo de la salud de la próstata es la inactividad física. La falta de actividad física conduce a un deterioro de la circulación sanguínea en la parte inferior del cuerpo, incluidos los órganos pélvicos, lo que con el tiempo provoca un espesamiento de las secreciones prostáticas y el desarrollo del proceso inflamatorio.
La inactividad física, cargada de una gran cantidad de exceso de peso, es un camino directo a la prostatitis. No en vano se cree que la prostatitis congestiva es una enfermedad de los trabajadores de oficina, ya que son las largas horas sentadas frente a un escritorio las que provocan una mala circulación en la pelvis y la próstata.
El estrés crónico, la disminución de la inmunidad y la hipotermia de la parte inferior del cuerpo son causas indirectas de prostatitis. Con un proceso inflamatorio lento y estancado, estos factores actúan como desencadenantes de la exacerbación de los síntomas de la enfermedad.
Otro enemigo de la salud masculina es el estreñimiento crónico. La dificultad y la defecación irregular conducen al hecho de que las heces densas, al pasar por los intestinos, irritan la próstata. En el momento de la evacuación intestinal, el trofismo se altera. En casos raros de estreñimiento, esto no es peligroso, pero los trastornos regulares de la defecación provocan irritación de la próstata con el posterior desarrollo de prostatitis.

La prostatitis congestiva afecta a menudo a los trabajadores de oficina.
¿Por qué es peligrosa la prostatitis?
La prostatitis congestiva se acompaña de síntomas específicos que empeoran significativamente la calidad de vida del hombre. Además del malestar constante, la enfermedad progresa y conduce al desarrollo de complicaciones peligrosas.
En primer lugar, la potencia sufre. La mala circulación, el espesamiento de las secreciones y la alteración de la función contráctil de la próstata provocan que el sexo no produzca placer, sino que vaya acompañado de malestar y dolor. Con el tiempo, el problema empeora, por lo que además de debilitar la libido, se produce disfunción eréctil. La sangre no fluye hacia el pene en cantidad suficiente, lo que provoca erecciones debilitadas y amenaza con disfunción eréctil.
La prostatitis congestiva puede causar infertilidad en los hombres.
Una complicación bastante común de la inflamación leve es el reflujo de orina, que puede provocar una infección renal y el desarrollo de pielonefritis.
La falta de un tratamiento oportuno para la prostatitis congestiva puede provocar la formación de cálculos en la próstata, cuya eliminación a menudo requiere una intervención quirúrgica.
Síntomas de la enfermedad.
Los síntomas de la prostatitis congestiva se manifiestan por problemas para orinar. Sin una exacerbación de la enfermedad, se siente pesadez en la vejiga, necesidad frecuente de ir al baño y un debilitamiento de la presión de la orina. En ocasiones, el dolor puede aparecer en el área de la vejiga y extenderse a la parte inferior del abdomen y al perineo. El dolor es de naturaleza espástica, aparecen espasmos y luego desaparecen.
Con la prostatitis congestiva, los hombres experimentan problemas de potencia y eyaculación. En este caso, es posible tanto un aumento de la duración de las relaciones sexuales como la eyaculación precoz. El clímax se acompaña de dolor en la uretra.
Los signos de inflamación de la próstata con prostatitis congestiva se intensifican en el momento de la exacerbación. Esto ocurre en el contexto de una inmunidad disminuida, estrés severo, exceso de trabajo o hipotermia. Los síntomas aparecen de forma aguda. La cantidad de ganas de orinar puede alcanzar hasta 8 veces por hora. Vaciar la vejiga no produce alivio, ya que se siente pesada y llena. El síndrome de dolor se manifiesta de forma aguda, se siente pesadez en el recto, causada por la inflamación de la próstata. En casos raros, puede aparecer hematuria (sangre en la orina). Después de orinar y eyacular, se siente dolor y ardor intenso en la uretra.
La prostatitis congestiva no es una inflamación bacteriana, por lo que un aumento de temperatura con esta forma de la enfermedad es extremadamente raro. Sin embargo, debido al malestar constante en el perineo, se observan síntomas de malestar general: somnolencia, irritabilidad, pérdida de fuerza. Muy a menudo, el curso de la prostatitis congestiva se ve agravado por el insomnio debido a un aumento de la necesidad de ir al baño por la noche, que es causado por la inflamación de la próstata por la tarde y por la noche.

Orinar con frecuencia no alivia y le impide dormir lo suficiente
Diagnóstico
La prostatitis congestiva se diagnostica durante un examen rectal de la próstata realizado por un urólogo. Esto se realiza mediante masaje prostático o TRUS.
El diagnóstico por ultrasonido se considera un método poco informativo, ya que indica la presencia de inflamación, pero no la naturaleza de su desarrollo. Por este motivo, lo más informativo es el análisis de la secreción prostática. Según la naturaleza de los cambios en la composición de las secreciones prostáticas, se diagnostica la prostatitis congestiva y sus complicaciones.
Para excluir adenoma y otros trastornos, también se prescribe una resonancia magnética de la próstata.
Principio de tratamiento
El tratamiento de la prostatitis congestiva es un proceso largo. La terapia tiene como objetivo aliviar la inflamación y la hinchazón, mejorar la urodinámica y restaurar los procesos metabólicos en el órgano.
Además de la terapia específica, a los pacientes se les prescribe dieta, fisioterapia y fisioterapia. Todos estos métodos tienen un objetivo: normalizar la salida de secreciones prostáticas y mejorar la circulación sanguínea en el órgano.
Terapia con medicamentos
Para la prostatitis congestiva, el tratamiento incluye terapia sintomática y específica.
El tratamiento sintomático incluye la toma de antiespasmódicos, analgésicos y antiinflamatorios no esteroides. Dichos medicamentos pueden aliviar el dolor y el malestar, mejorar la micción, pero no afectan la funcionalidad de la próstata.
A diferencia de la prostatitis infecciosa, con inflamación estancada en la secreción de la glándula prostática, no se detectan agentes patógenos, por lo que no es aconsejable la terapia con antibióticos.
Para uso terapéutico:
- alfabloqueantes;
- antiespasmódicos;
- medicamentos antiinflamatorios no esteroides;
- medicinas a base de hierbas;
- supositorios rectales para restaurar la funcionalidad de la próstata.
Tomar alfabloqueantes ayuda a mejorar la urodinámica. Estos medicamentos tienen un efecto relajante muscular, reduciendo el tono de la vejiga, lo que facilita la micción. Para la prostatitis congestiva, el tratamiento con estos medicamentos se practica en un ciclo corto, debido a la gran cantidad de efectos secundarios.
Para aliviar la inflamación, se utilizan medicamentos antiinflamatorios no esteroides en forma de tabletas o supositorios rectales. El tratamiento no dura más de una semana, 1-2 supositorios por día. Esto reduce la inflamación y la hinchazón de la próstata y también alivia el dolor. También se puede practicar la inyección de AINE, pero sólo según lo prescrito por un médico.
Los antiespasmódicos convencionales ayudan a aliviar el dolor en la zona de la vejiga y el perineo. El medicamento se toma según sea necesario, pero no más de tres veces al día, una tableta.
La parte principal del tratamiento de la prostatitis congestiva es el uso de medicamentos a base de hierbas, vitaminas e inmunoestimulantes, cuya acción tiene como objetivo restaurar la glándula prostática.
La terapia se puede complementar con remedios a base de hierbas en supositorios que contienen productos apícolas, ictiol o aceite de calabaza. Estos medicamentos pueden comprarse en una farmacia o prepararse usted mismo. Tienen un efecto antiinflamatorio y estimulan el sistema inmunológico.
Debe consultar a su médico sobre cómo tratar la prostatitis congestiva. La duración del tratamiento depende de la gravedad de los síntomas, pero suele durar al menos tres meses.

El objetivo principal de la terapia es restaurar el trofismo de las glándulas.
Remedios populares
El tratamiento se puede complementar con remedios caseros. Las siguientes recetas ayudarán a curar la prostatitis.
- El eryngium o eryngium para la prostatitis congestiva ayuda a aliviar la inflamación y acelerar la recuperación de la próstata. La raíz de la planta se utiliza para el tratamiento. Se seca y se tritura con un cuchillo. Luego se vierten 30 g de raíz en tres vasos de agua caliente y se cuecen a fuego lento durante media hora, evitando que hierva. La decocción se filtra y se toma diariamente medio vaso durante un mes.
- Los supositorios con propóleo y miel ayudarán a aliviar la inflamación. Para prepararlo, derrita 200 g de grasa de tejón, agregue 40 ml de tintura de propóleo y una cucharada grande de miel. La masa se vierte sobre film transparente y se deja en el frigorífico. Cuando el producto endurece, se corta con un cuchillo en pequeños trozos en forma de torpedo, del tamaño de un dedo meñique. Estos supositorios se conservan en envases individuales en el frigorífico. El tratamiento dura tres semanas, los supositorios se insertan en el ano por la noche, 1 por día.
- Para preparar velas medicinales, puedes utilizar manteca de cacao y aceite de semilla de calabaza. Proporciones: por 100 ml de manteca de cacao, 10 ml de aceite de calabaza.
También se pueden utilizar remedios caseros para prevenir la exacerbación de la prostatitis. En este caso, el curso del tratamiento se reduce a dos semanas.
Masaje y fisioterapia
Para la prostatitis congestiva, se prescriben masajes prostáticos y fisioterapia para mejorar la circulación sanguínea. El masaje se realiza en cursos de 10 a 15 procedimientos.
Los métodos de fisioterapia los selecciona el médico. Por lo general, para la prostatitis se practican acupuntura, hirudoterapia, electroforesis, terapia magnética y darsonvalización. Se logra un buen efecto con la terapia con ultrasonido y ondas de choque.
Además, existen varios dispositivos para el tratamiento de la prostatitis diseñados para uso doméstico. Antes de comprar un dispositivo de este tipo, debe consultar a su médico.
Estilo de vida y prevención
Dejar los malos hábitos y llevar una dieta equilibrada ayudará a acelerar la recuperación de la prostatitis. Se deben incluir en la dieta protectores naturales de la próstata: semillas de calabaza, aceite de semilla de calabaza, miel, frutas cítricas y nueces.
Debes normalizar tu rutina diaria y hacer ejercicio con regularidad. La actividad sexual regular juega un papel importante en el tratamiento de la prostatitis congestiva, ya que las relaciones sexuales eliminan la causa del desarrollo de la enfermedad: el estancamiento de las secreciones prostáticas.
Habiendo entendido qué es la prostatitis congestiva, debes saber cómo prevenir su desarrollo. La prevención de enfermedades se reduce a estar atento a la propia salud. Para que la próstata esté sana es necesario realizar una actividad física moderada pero regular, prevenir la hipotermia de los órganos pélvicos y fortalecer el sistema inmunológico.

































